El cambio climático está tan presente en nuestro día a día que, poco a poco, se ha convertido en un elemento más que los creadores tienen en cuenta en el arte y la literatura porque las artes siempre se han inspirado en los factores de nuestro entorno más próximo, a veces con una actitud crítica y de difusión a la sociedad. Varios son los títulos de ensayos y narrativa de ficción publicados con este tipo de argumentos como tema principal. Lo mismo sucede en otras artes: fotografías, esculturas, pinturas o instalaciones, que podemos disfrutar en salas o en lugares públicos, nos advierten de la importancia de este fenómeno.
Esta nueva propuesta didáctica tiene por objetivo trabajar el cambio climático en el arte con los alumnos de Bachillerato, quienes crearán sus propias obras de arte a partir de un proceso de investigación sobre los efectos del cambio climático, con el fin de concienciar y proponer alternativas. Para arrancar, se propone el visionado de Holoscenes. Performance Art Installation by Lars Jan. En esta instalación se observa a un hombre que lee un periódico y continúa realizando sus acciones cotidianas mientras el cubículo en el que está se va llenando de agua. A partir de este vídeo, podemos reflexionar en el aula sobre por qué esta persona actúa de este modo y extrapolar su manera de reaccionar.
A continuación, y siempre a través de técnicas cooperativas, se debatirá en torno a cómo el arte puede contribuir en frenar o revertir los efectos del cambio climático. Para ello, se propone trabajar con la charla TED, de Zaria Formen, cuyas pinturas tienen por objetivo despertar las conciencias sobre los efectos destructivos de este fenómeno.
Este proyecto propone otras actividades en esta misma línea. Los artistas, como los científicos, tienen el cometido de hacer visible lo invisible, como señala Lucy Wood, productora artística especializada en medio ambiente. Por ello, los alumnos reflexionarán sobre la manera en la que ciencia y arte pueden relacionarse a la hora de visibilizar el cambio climático para, a partir de aquí, diseñar su propio proyecto artístico.
Pero, para empezar, deberán investigar y descubrir para adquirir una base sólida de conocimientos sobre los que construir sus proyectos. Para ello, se sugiere una serie de títulos de documentales. A través de un mapa conceptual, recopilarán toda la información obtenida en esta fase.
Después de varias sesiones dedicadas a lluvias de ideas y la realización de un boceto de su obra, los grupos pasarán a la creación, y lo harán desde un proceso reflexivo, valorando los límites de la obra y redefiniéndola si fuera necesario. Por último, abordarán la búsqueda de colaboradores, con el fin de ampliar la red de conocimientos y de artistas que puedan ayudarlos, por un lado, y de personas que puedan difundir su obra, por el otro.
Como vemos, esta propuesta supone un proceso complejo, en el que se cuida hasta el máximo detalle, para la elaboración de unas obras de arte en las que el cambio climático, siempre desde una actitud crítica y reflexiva, será el protagonista.